¡Desmán total! "Barrio King" desató el infierno en penal Sarita Colonia
¡Desmán total! "Barrio King" desató el infierno en penal Sarita Colonia

Un  y más de 50 heridos fue el saldo de los disturbios que un centenar de internos del Establecimiento Penitenciario del Callao, conocido como , protagonizaron la madrugada del viernes.

Carlos Alberto Lam Rodríguez (49), recluido por el delito de tráfico ilícito de drogas y sentenciado a 22 años de prisión (con dos ingresos en su haber), fue hallado sin vida entre los colchones que fueron quemados por los internos del pabellón de máxima seguridad Callao. “El cuerpo estaba chamuscado. Llamamos a la Fiscalía para que levanten el cuerpo y hagan los exámenes, la necropsia”, dijo el presidente del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Carlos Vásquez Ganoza.

Los se amotinaron contra un operativo del Inpe que tuvo como objetivo desbaratar a la organización criminal “Barrio King”, que operaba dentro del recinto carcelario con extorsiones y cobro de cupos.

La reyerta dejó 57 heridos, de los cuales uno se encuentra grave por una seria lesión en la vista. Se trata del interno Steve Alexander Pacherres Albornoz (19), procesado por tentativa de homicidio y recluido por 10 meses en el pabellón Máxima Callao. El reo fue trasladado de emergencia a un centro hospitalario.

Incursión nocturna. 

A las 4:30 a.m. los agentes penitenciarios iniciaron un operativo en el pabellón de máxima seguridad Callao de Sarita Colonia. El objetivo del mismo era trasladar al penal de Challapalca (en las alturas de Tacna) a los internos José Alejandro Angulo Casas (43), alias “Café”, y Luis Murga Constantino (33), alias “Bicho”, quienes, según inteligencia de la Policía y del Inpe, habían recompuesto la organización delictiva “Barrio King”.

El primero de los mencionados fue sentenciado a cadena perpetua por delito de secuestro (con 3 ingresos en su haber), mientras que el segundo deberá pasar 20 años tras las rejas por el delito de tenencia ilegal de armas (con 2 ingresos en su haber).

En el marco del operativo los agentes encontraron a 700 internos dispuestos a todo; sin embargo, tras dos horas de diálogo, 600 de ellos decidieron colaborar con la operación. No obstante, un centenar de internos se atrincheraron para proteger a “Café” y “Bicho” con palos y objetos contundentes, así como incendiando algunos ambientes y artículos que tenían a la mano. En estas acciones violentas es que al parecer perdió la vida el reo Lam Rodríguez.

“Nuestro mensaje es que el principio de autoridad sea restablecido. No más ‘Barrio King’ en el Callao desde los penales, con extorsiones y cupos. El penal del Callao no puede ser una escuela del delito como ha sido durante 10 años”, aseveró el presidente del Inpe, Carlos Vásquez Ganoza, quien reveló que un grupo de internos prácticamente controlaba el penal por dentro, teniendo acceso a todo tipo de artículos e, incluso, al manejo de los pestillos de sus celdas.

Desesperación. 

En los exteriores de Sarita Colonia también se vivían momentos de tensión. Cientos de familiares, amigos y allegados a los internos de este establecimiento penitenciario se enfrentaron a los agentes de la Policía en su desesperación por conocer detalles de la reyerta.

“Dicen que hay tres muertos, pero nadie nos da razón. Solo queremos saber si nuestros familiares están bien, pero estos abusivos no nos dejan pasar”, reclamó la madre de uno de los internos.

Un grupo de estas personas pudo llegar hasta el frontis de la prisión para indagar sobre sus seres queridos, pero la mayoría tuvo que permanecer a dos cuadras del recinto, donde las piedras llovían incansablemente hacia los efectivos del orden. El ánimo de los ciudadanos se tornaba violento cuando los vehículos del Inpe salían desde el penal, pues se creía que en los mismos se transportaban los cuerpos de una decena de reos muertos. 

No obstante, el punto más álgido se vivió cuando agentes y peritos de criminalística y de homicidios llegaron al establecimiento penitenciario. Muchas mujeres rompieron en llanto, en tanto que un par se desmayaron, cuando uno de los agentes llegó cargando a la vista de todos las bolsas negras de plástico en las que se introducen los cadáveres.

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