Cada día, hora y minuto fueron una pesadilla para el empresario trujillano Iván Díaz Garrido (57), quien fue cruelmente torturado. La organización criminal “Los Pulpos”, durante esos 11 días que lo mantuvo en cautiverio, sin piedad le cercenaron dos dedos de la mano derecha y uno de la izquierda, también le cortaron parte de la oreja izquierda y quemaron el rostro; así le demostraron a sus familiares que estaban dispuestos a acabar poco a poco con su vida si no cumplían con pagar 200 mil dólares a cambio de entregarlo.
La organización criminal dirigida por Jhonsson Cruz Torres (26), alias “Jhonsson”, lo liberó a las 11 de la noche del día jueves. El cuerpo del prestamista Iván Díaz fue hallado por serenos y agentes policiales de la comisaría de Laredo, atado de pies y manos, en medio de cañaverales ubicados en la vía de ingreso de esta jurisdicción.
RESCATE. Fuentes de este diario informaron que esta organización criminal sí habría recibido un pago por la libertad de Iván Díaz, pero no precisaron si fueron los 200 mil dólares que exigían “Los Pulpos”.
El empresario fue llevado a la clínica Sanna, en el distrito trujillano de Víctor Larco Herrera. Un grupo de seis agentes de la Unidad de Servicios Especiales de la Policía custodia los dos ingresos de este establecimiento de salud. Además, ayer, también hubo presencia de representantes de la Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada (Fecor), quienes evitaron dar declaraciones frente a este caso que conmocionó al país porque ratificó que Trujillo es una de las ciudades más inseguras del Perú.
Víctor Olivera, amigo de Iván Díaz, cuestionó la poca efectividad de la Policía y afirmó que la familia agradece a las personas que los acompañaron en las últimas vigilias que realizaron por su libertad.
“Es una alegría inmensa para nosotros (su liberación). Considero que ha faltado buena voluntad y estrategia de la Policía. Gracias a Dios, está estable”, indicó.
Por el momento, los familiares han evitado todo contacto con los medios de comunicación.