El catequista Ángel Mateo Mendoza (18) murió luego de que una bala le impactó en la cabeza cuando se desplazaba a bordo de un colectivo, en San Juan de Miraflores.
El joven falleció tras permanecer internado tres días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Rebagliati y su familia donó sus órganos. De esta manera, el joven salvó la vida de seis personas, entre ellas un bebé de 8 meses.
Bala perdida
Los delincuentes hirieron a Ángel Mateo Mendoza luego de que visitó a su abuelita. “Abordaron un colectivo en La Victoria, con dirección a San Juan de Miraflores. En el trayecto, se produjo un asalto con balacera y uno de esos proyectiles impactó en la cabeza a mi hijo”, informó el padre de la víctima.Ángel Mateo tenía vocación social y quería ser sacerdote y servir a Dios, con quien seguro ya está.
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