La violencia contra la mujer en el país no tiene cuándo acabar. Las cifras retratan que los niveles de violencia de género siguen muy altos.
En nuestro país, entre enero y setiembre de este año, se registró un promedio de tres ataques sexuales cada hora, así lo señala el último informe elaborado por el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público. En ese mismo periodo se recibieron 17,182 denuncias por el delito de violación sexual en todo el país.
Estas cifras, que tienen nombre y apellido, fueron presentadas ayer cuando se conmemoraba el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La fecha también fue motivo para que miles de ciudadanos peruanos salieran, por segunda vez, a las calles a marchar para rechazar la violencia registrada en todos sus tipos contra la mujer y los niños.
Reporte.
Según el reporte, el 90% de las víctimas de violación sexual fueron mujeres. En todos los casos los agresores fueron hombres, de los cuales el 53% tiene entre 18 y 34 años.El informe precisa que el 76% de las víctimas fueron menores, de ellas el 60% tenía entre 13 y 17 años y el 78% conocía a su atacante por vínculos familiares o sentimentales.
Con respecto al lugar en que se perpetran los ataques, el 60% se produjo dentro del hogar. Arequipa, Callao, Lambayeque y Lima registran el 51% del total de las denuncias a nivel nacional.
El estudio revela que entre enero de 2009 y octubre de 2017 fueron asesinadas 1023 mujeres, de las cuales 923 fallecieron a manos de sus parejas o familiares.
Adicionalmente se conoció que hasta octubre del presente año se registraron 134 asesinatos de mujeres en el Perú en un contexto de feminicidio.
Marcha.
Desde el mediodía, mujeres, varones y menores acompañados de sus padres llegaron al frontis de Palacio de Justicia, en el Cercado de Lima, para participar en la marcha 'Ni una menos'.Bajo el lema “Nada ha cambiado: volvemos a las calles”, la multitudinaria movilización, que se desarrolló también en provincias, buscó hacer un llamado a la sociedad civil e instituciones para adoptar una serie de medidas y frenar este problema social.
La marcha, que inició cerca de las 4 p.m., continuó por el jirón Lampa, las avenidas Nicolás de Piérola y Abancay. Luego siguió por los jirones Áncash y Camaná y terminó, alrededor de las 7 p.m., en la Plaza San Martín.
“Si es dolor lo que sientes, no es amor lo que vives”, “si te grita, si te cela; no te ama”, “no es no. Te he dicho que no, ¿qué parte no entendiste: la ‘N’o la ‘O’?”, “no importa qué ropa llevaba, por dónde caminaba, la hora, cómo bailaba o qué dijo. ¡La culpa nunca es de la víctima!”. Estas fueron algunas de las frases que se gritó a todo pulmón.
Durante la manifestación, alrededor de las 6 p.m., la movilización llegó al Congreso, donde realizó un llamado pacífico para que esta entidad del Estado emita leyes que condenen severamente este delito. La misma acción se realizó frente al Ministerio Público y al Ministerio de la Mujer.
Participaron
Entre los participantes estuvo presente Arlette Contreras, víctima de agresión por su pareja en el 2015; la empadronadora que fue víctima de abuso sexual el día del Censo Nacional, en Villa El Salvador, así como varias víctimas de violencia.“La marcha busca generar una mejor sociedad para las futuras generaciones. Así, las niñas que vienen podrán vivir en una sociedad segura”, dijo Arlette Contreras.
También se hizo presente la presidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Aráoz, junto a los miembros del gabinete, como los ministros de Cultura, Salvador del Solar; de Energía y Minas, Cayetana Aljovín; de la Mujer, Ana María Choquehuanca, entre otros.
“Estamos en la marcha ministras y ministros porque todos nos sentimos iguales. Hombres y mujeres trabajando para que los peruanos seamos vistos como ciudadanos plenos. Las mujeres no son ciudadanos de segunda categoría, se merecen todo el respeto”, dijo Mercedes Aráoz.
La marcha terminó en la Plaza San Martín con un gran pronunciamiento para que la violencia a mujeres y niños termine en el país.
La marcha terminó en la Plaza San Martín con un gran pronunciamiento para que la violencia a mujeres y niños termine en el país.