En medio del caos, los habitantes de la ciudad de Arequipa se volcaron ayer con baldes y botellas a las calles ante la suspensión del suministro de agua potable por parte de la empresa Sedapar, originado por las intensas lluvias.
La empresa informó la paralización de su producción en las plantas de tratamiento La Tornilla y Miguel de la Cuba Ibarra (Cayma) debido a la turbiedad en la fuente de abastecimiento “Canal Madre La Joya”, lo que ha generado el arenamiento de las aguas provenientes del río Chili.
DESESPERACIÓN. Ante la incertidumbre, la población invadió los centros comerciales para comprar la mayor cantidad de agua en bidones, cajas, galoneras y botellas de un litro.
En José Bustamante y Rivero, vecinos se echaron a correr desesperados detrás de un camión cisterna que partió ante el desorden reinante durante la distribución de agua.
Es más, otro grupo empezó a sacar agua de las acequias en el distrito de Miraflores para utilizarla en los servicios higiénicos. Frente a ello, la Sunass exigió a Sedapar entablar una comunicación adecuada sobre el abastecimiento alternativo.
En tanto, el gerente de Sedapar, Carlos Monge, dijo que no podría establecer una hora o fecha de reposición de los servicios debido a que está a la espera de los resultados de las maniobras para disminuir los niveles de turbiedad.
Sedapar desplegó 55 cisternas para mitigar el desabastecimiento en 13 distritos y para hospitales y cuarteles.