Gloria Aydee Orellano Moncayo, de 65 años llevaba muerta al menos dos días en su vivienda en la quinta del jirón Zepita en Trujillo.
Ella vivía sola junto a su hija con discapacidad o retardo mental y los vecinos se dieron cuenta que no la veían a la señora, por lo que fueron a su domicilio y podía percibirse el fuerte olor que provenía desde la habitación.
Forzaron la puerta para ingresar y vieron el cuerpo de la madre. A unos metros, estaba su hija que por su condición no podía reconocer la muerte de su madre. Luego del hallazgo, los vecinos llamaron a los policías quienes se pusieron en contacto con la otra hija de la señora.
Luego que venga la otra hija, declaró que su mamá había sufrido al menos dos preinfartos. Los policías presumieron que ella murió por un ataque al corazón y no hubo nadie para socorrerla.
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