Una adolescente de 15 años secuestrada hace cuatro meses y explotada sexualmente en bares clandestinos de la provincia de Carabaya y San Román, en Puno, fue encontrada por la policía cuando caminaba en la vía pública en plena inmovilización dispuesta por el Ejecutivo para frenar el avance del coronavirus.
El 31 de enero de este año, se presentó en la comisaría de Juliaca la señora Cirila T.T. (48) para denunciar su hija de 15 años salió al mediodía del día 29 y no retornó a su casa.
La menor fue ubicada la tarde del sábado cuando caminaba sola en el jirón San Pablo de la urbanización del mismo nombre, salida hacia Lampa en Juliaca.
Ella refirió ante los policías que los primeros días de febrero fue trasladada hasta el distrito de San Gabán, en la provincia de Carabaya, donde fue obligada a desempeñarse como dama de compañía en una cantina.
Luego retornó a Juliaca, donde igualmente era obligada beber licor con ocasionales clientes en un local clandestino del sector de Pedro Vilcapaza, que seguía operando pese a la cuarentena. Al parecer, durante ese tiempo sus captores la hacían dormir en un hospedaje de la ciudad.
El fiscal Paolo Deza y la policía investigan el hecho para determinar, quienes engañaron y obligaron a la menor a desempeñarse como dama de compañía.
Aunque la menor no ha brindado mayores detalles, la policía tendría conocimiento que una amiga que sería mayor de edad estaría detrás de todo.