Analicemos juntos la “pausa en su actividad política” que anunció ayer . Lo digo porque podríamos estar ante el comienzo del fin de su comando al frente de

Ha manifestado que ahora su prioridad es su familia, principalmente sus hijas y su esposo. Y, ciertamente, tiene que abrazarse a ellos porque, así como van las cosas, con gravísimas revelaciones de las que toma cuenta el fiscal José Domingo Pérez, nada garantiza que siga gozando de libertad.

Es más, ya se ha pronosticado que podría pasar 24 años a la sombra. De producirse esta situación, que sería lapidaria, ¿habría fujimorismo sin Keiko o keikismo sin Keiko? Suena difícil.

¿O alguien me va a decir que Luis Galarreta y Martha Chávez podrían sostener a la agrupación naranja con todos sus jugos para dar pelea política? También suena difícil. Ambos tienen anticuerpos que parecen insalvables.

Aló, ¿Kenji? Seguramente el benjamín de los Fujimori, ahora dedicado a la venta de frutas, contestaría “tampoco, tampoco”. Solo don Alberto Fujimori podría convencerlo. ¡Y eso es! Recuerden que un día, a través de una carta, pidió ayuda para unir a sus hijos. Y evoquen, también lo que le hizo Keiko a Kenji, sacándolo del Congreso.

Una cosa es cierta: una Nochebuena no tendrá Keiko.

Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico, hasta mañana.