Foto: (Twitter/@vladimircerron)
Foto: (Twitter/@vladimircerron)

¡Qué tal! ¿Vieron en la cuenta de Twitter de Vladimir Cerrón la fotografía que publicó junto a Pedro Castillo, sentaditos y casi uniformados? Nos hizo recordar la “presentación en sociedad” que hicieron en televisión los “siameses” Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, allá por los años 90.

“La unidad del partido, el gobierno y el pueblo, garantiza la verdadera democracia. El pueblo ha llevado al gobierno a un verdadero hijo del pueblo”. Este es el texto del exgobernador de Junín que acompaña la fotografía.

En primer lugar, Cerrón está subrayando que el profesor habría ganado con la plataforma de su partido Perú Libre, como para que no lo olvide, como para que pise tierra.

Luego, Cerrón habla de Gobierno, no obstante, que sepamos, el Jurado Nacional de Elecciones todavía no declara a un ganador de la segunda vuelta porque sigue resolviendo apelaciones y eso tiene para rato. En un comunicado, esta institución informa que dará los resultados de las elecciones presidenciales luego de resolver todas las observaciones sobre actas observadas y pedidos de nulidad en el marco del proceso del domingo 6 de junio. Además, el magistrado Óscar Urviola, defensor del Estado de Derecho, con alegatos contundentes, está demandando que el ente electoral cumpla su función fiscalizadora.

Volviendo a la fotografía, esa sonrisa cómplice, acompañada por un apretón de manos entre Cerrón y Castillo, no se condicen con la promesa del candidato de que, si llega a Palacio, el médico no sería siquiera portero en alguna dependencia del Estado.

“Acá las decisiones las toma Pedro Castillo y las toma el pueblo. El señor Cerrón está impedido judicialmente”, ha dicho el postulante del lápiz. Lo único cierto es que su mentor tiene varias deudas con la justicia. Y esta fotografía dice más que mil palabras. Lo demás es cuento.

Es una lástima, eso sí, que nuestro país esté envuelto en tamaño despelote electoral y que, desde afuera, nos miren como bichos raros porque no entienden cómo nuestra política sigue contaminada en medio, precisamente, de una pandemia que no tiene contemplaciones con nadie. A ver si aparece la luz al final del túnel. Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, cuídense, hasta mañana.