Me enamoré en el tren eléctrico
Me enamoré en el tren eléctrico

Por: Magaly moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Roxana (San Juan de Lurigancho, 25). Doctora, hace un mes observé a un chico por primera vez en el tren eléctrico y, desde entonces, no le pierdo el rastro cada vez que nos encontramos. No sé su nombre ni qué estudia o si trabaja, aunque sí conozco su lugar favorito del vagón. 

Pero no se confunda, no soy la típica chica que está obsesionada con un chico guapo, solo que no puedo dejar de pensar en él y, por lo que veo, no le soy indiferente. Resulta que un día, para variar, no pude alcanzar el vagón y se fue frente a mis ojos. 

En ese momento -en cuestión de segundos- vi por primera vez su rostro y la situación hubiera quedado como algo anecdótico, de no ser porque me pescó mirándolo. El joven misterioso comenzó a observarme y, no contento con eso, se paró a mi lado mientras esperamos el siguiente vagón (sí, también coincidimos en el mismo horario).

Pese a esa extraña cercanía, no hablamos y creo que nunca lo haremos. Hace cuatro días, Juan, mi vecino y compañero del instituto donde estudio, me abrazó y el joven del vagón lo vio todo. Lo triste de la situación fue que mi amigo interrumpió al chico del tren cuando me preguntaba una dirección. 

Cuando al fin me deshice de Juan, volteé y él ya no estaba. Desde entonces no lo ubico en el mismo horario ni en otras horas. No sé si estoy exagerando, pero creo que ver esa escena alteró nuestra extraña relación. He ideado pegar algunos afiches con un mensaje subliminal para él. Sé que suena muy estúpido y “cursi”, pero creo que él lo vale. Ayúdeme con un consejo.

OJO CON ESTO:

Creo que te apresuras para saber si se ausentó por otros motivos. Igual, antes de empezar una relación, es importante conocer a la persona.