:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/ZPLZJQAK35AZVA2AYDGAEAZKPA.jpg)
1 / 12 “Encuentra tu libertad donde estes, asi como yo encontré la mía, aquí”. Sra. Vilma. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec

2 / 12 Las mujeres sacan a relucir su talento como en el caso del dibujo en bastidor. Estos son llevados al recinto penitenciario sus familias. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec

3 / 12 El trabajo en los talleres es voluntario como cualquier trabajo que se de dentro o fuera del penal. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec

4 / 12 Los dulces (tres leches, tartaletas, etc.) se hacen a pedido por las internas. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec

5 / 12 En este espacio las mujeres pueden pasar un tiempo de distensión y aprovechar en hacerse la manicura o algún cambio de look. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz/ @photo.gec

6 / 12 Los diferentes trabajos realizados por las internas son vendidos entre ellas mismas. Asimismo, las que laboran para alguna empresa son ofrecidos afuera. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec

7 / 12 lunes a viernes las internas ingresan en el horario de las 8am – 6 pm a los talleres para realizar diferentes trabajos que el INPE con colaboración de algunas empresas les dan a las mujeres para que puedan generar algunos ingresos dentro del penal. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec

8 / 12 Dentro del centro penitenciario las convictas cocinan para ellas y para la venta. Separadas por una malla desde el mediodía se acercan para poder comprar un plato del menú especial, aparte de lo que el penal les brinda. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec

9 / 12 las internas al participar voluntariamente en los talleres acceden al beneficio penitenciario de reducción de condena. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec

10 / 12 Las mujeres cuentan con teléfonos en el patio donde pueden comunicarse con sus familiares durante el día y así poder pedirles que les envíen algunos materiales para poder seguir generando ingresos. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec

11 / 12 Algunas de ellas formaron sus propias empresas y los pagos son realizados a través de números de cuenta de algún familiar. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec

12 / 12 A pesar de estar privadas de su libertad las internas del Penal Santa Monica tratan de re-escrbir su historia hasta el día su liberación. Foto: Britanie Arroyo Dueñaz / @photo.gec
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/ZPLZJQAK35AZVA2AYDGAEAZKPA.jpg)


:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/LAS4JZ5GFJD3VHISEW72XSVHY4.jpg)
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/QLG2WY2ECFHR5MD66V2LTQBR44.jpg)
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/KSLI2W3KAZAPLITHK4KCDJN3BA.jpg)
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/3VDLPNK5GNCURCH5UMU3UZRHOQ.jpg)
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/YFLAERLYQ5ASLIKXP6TANR3ZWU.jpg)
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/7L44473ABNAOPG754B4AYDXH4Y.jpg)
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/ZRGDUHAF6FAQZJP3SV3V4I6VN4.jpg)
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/ENQFNWYFTRHF3JSTYDFM7GB3II.jpg)
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/73PCUPPWDFBDNBTGBMHQPXBNBQ.jpg)
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/6F5OCA4JHJHDXNKH76LR76KPIA.jpg)
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/ASHUIHXQ7ZGDXE3XKOLIB22YU4.jpg)


