En el último mes, una mujer acusada de ser cabecilla de una banda criminal del Callao fue capturada junto a sus compinches y otra quedó detenida por microcomercialización de drogas en Puente Piedra. A dos más las grabaron cuando lanzaban a una joven al suelo para robarle, en Santa Anita.
Estos casos son solo una muestra de que cada vez más mujeres ingresan al mundo del hampa en el país, que también se refleja en la cifra de internas en los penales: en total, 4396, la mayoría de entre 25 y 39 años, según el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
A diferencia de la población penal masculina, que está presa sobre todo por robos y violación sexual, las mujeres que delinquen y han sido recluidas en las cárceles campean más en delitos asociados a las drogas, como el tráfico ilícito, su promoción o favorecimiento y microcomercialización; robo agravado y homicidios.
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En la actualidad, hay 2271 presas por ilícitos vinculados a drogas, mientras que 645 lo están por perpetrar robos o hurtos agravados así como en grado de tentativa. Un total de 201 cometieron homicidios y 153 parricidios.
Asimismo, en el año, el ílicito que más ha escalado es la extorsión pues se registra un aumento de internas por este delito, que suman 130.
Según un estudio del Ministerio de Justicia, “las mujeres cometen el delito mayoritariamente por necesidad económica, consumo de alcohol y/o drogas, influencia de amistades y motivación de pareja”.
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