Lima registra el volumen de almacenamiento de agua más bajo de los últimos cinco años, un escenario causado por el ausencia de lluvias en diciembre del 2022, y que enciende las alarmas ante posibles restricciones en el servicio.
Así describió el presidente ejecutivo de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), Mauro Gutiérrez Martínez, ante la situación que enfrenta la capital respecto al abastecimiento de agua para su población.
Detalló que, de acuerdo con Sedapal, a julio de 2023 las lagunas que regulan el caudal del río Rímac, tienen una acumulación de 190.17 millones de metros cúbicos (m3), cuando lo usual en estas fechas, es 220 m3.
“Estamos 30 millones de metros cúbicos (m3) por debajo del promedio. La razón es que hubo un retraso de lluvias en diciembre del año pasado”, explicó.
En el año 2018, se logró almacenar 234.14 millones de m3 hasta julio; en 2019, un total de 228.17 millones de m3 ; en 2020, 234 millones de m3 ; en 2021, 235.47 millones de m3 ; y en 2022, 225.46 millones de metros cúbicos .
¿Cómo impactará la escasez de lluvias?
El funcionario explicó que aunque este panorama no representa un peligro de desabastecimiento para Lima y el Callao durante este año, sí marca una señal de alerta para el 2024, sobre todo si nuevamente se retrasan las lluvias por el fenómeno El Niño en curso.
Estimó, en un escenario pesimista, que las consecuencias se sentirían entre julo y agosto del 2024.
“Si se da nivel de afectación, estaríamos hablando en los meses del próximo año, entre julio y agosto. Esa situación aún no se puede afirmar, va depender lluvias del próximo año”, dijo
Según adelantó el presidente de Sedapal, Héctor Piscoya, la medida que podría tomarse durante este año es la reducción de la presión de agua en horas de la madrugada.
No obstante, aseguró, que la distribución de agua está garantizada al menos durante este año.
Para el 2024, dependerá de las lluvias de diciembre del 2023 si se aplica o no un plan de contingencia.
OJO AL DATO. El jefe de la Sunass descartó que Lima experimente una situación como Montevideo, Uruguay, donde escasea el agua en forma extrema.
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