Humareda de los incendios duplica la tasa de mortalidad en Moscú
Humareda de los incendios duplica la tasa de mortalidad en Moscú

La tasa de mortalidad en Moscú se duplicó en los últimos días debido al humo con sustancias tóxicas proveniente de los incendios que rodean la ciudad, el calor extremo y la polución, aseguró hoy el jefe de las autoridades sanitarias en la capital, Andrei Selzovski.
Actualmente están muriendo unas 700 personas por día, cuando la tasa normal diaria se sitúa entre 360 y 380, precisó Selzovski citado por la agencia de noticias Interfax.
La concentración de monóxido de carbono tóxico en el aire supera en Moscú unas seis veces los máximos de seguridad.
El vicealcalde de Moscú, Piotr Birjukov, pidió hoy a las empresas que reduzcan sus actividades con el fin de reducir la contaminación.
Asimismo, Birjukov pidió a los locales comerciales que pongan a disposición ambientes climatizados para personas que puedan sufrir problemas de salud, según informaciones de la agencia Interfax.
Tampoco se espera que la situación mejore antes del miércoles, según los meteorólogos. Moscú sufre desde hace semanas una ola de calor con temperaturas cercanas a los 40 grados.
'Desde el surgimiento de nuestro país, es decir desde hace mil años, no hubo nada parecido', dijo Alexander Frolov, director del Servicio Meteorológico. 'En lo que respecta al calor ni nosotros ni nuestros antepasados hemos registrado algo así'.
Cerca de los Urales, los incendios forestales rodearon otra instalación nuclear, el centro de reprocesamiento de Majak, lo que obligó a decretar el estado de emergencia en la zona.
La emergencia afecta a los bosques y parques de la región. El centro, situado en las cercanías de Chelyabinsk, no se vio aún afectado. Para mañana martes está prevista una reunión de crisis.
Majak fue en 1957 el escenario de la mayor catástrofe atómica antes de la de Chernobil, en Ucrania, en 1986. Entonces murieron 200 pesonas, según datos oficiales. La radioactividad contaminó una zona de unos 100 kilómetros cuadrados.
Frolov también aseguró que la falta de lluvia y la ola de incendios disminuirán un 35 por ciento la próxima cosecha.
Hasta ahora el Ministerio de Agricultura contaba con pérdidas de entre un 20 y un 25 por ciento. Debido a la escasez, el gobierno prohibió entre el 15 y el 31 de agosto la exportación de granos.
El año pasado Rusia produjo 97 toneladas de cereales, y ahora se espera que sean unas 67 toneladas. Entre los productos más afectados están las patatas y la remolacha, según Frolov. Rusia es uno de los mayores exportadores mundiales de trigo.
Por otra parte, hoy comenzó llegando a Rusia el apoyo de la comunidad internacional. Francia envió aviones, maquinaria pesada y 120 bomberos. En los alrededores de Moscú unos 100 especialistas búlgaros se unieron a las fuerzas rusas para intentar detener las llamas.
DPA