Mientras los peruanos celebrábamos el domingo un aniversario más de nuestra independencia, los venezolanos residentes en Lima y otras ciudades de nuestro país también se aventuraban a celebrar una eventual derrota del dictador Nicolás Maduro en su país. “¡Viva el Perú!”, “¡Viva Venezuela! y ¡Somos libres! se escuchaba hasta en buses del Metropolitano. “Hoy no dormimos, estaremos pegados a la televisión”, decían. Sin embargo, pese a que las encuestas y datos a boca de urna anticipaban una supuesta derrota de Maduro, horas más tarde, este fue proclamado ganador. Lo que ha venido después es parte de la crónica anunciada: la consumación del fraude, organismos y gobiernos exigiendo transparentar el proceso electoral, la gente protestando en las calles y la represión. Lo cierto es que la dictadura de Maduro no dejará el poder fácilmente. Así, el pueblo que dice representar el chavismo es el que sufre las consecuencias.

Opositores al gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro protestan en el barrio Petare de Caracas el 29 de julio de 2024. (Foto de Raúl ARBOLEDA / AFP).