Qué tal.

Croacia no campeonó en , aunque tuvo todas las credenciales para hacerlo, pero dejó dos lecciones que los peruanos debemos tomar en cuenta.
Su capitán,, premiado con el Balón de Oro al mejor jugador del mundial, se impuso a una niñez complicada, pastando cabras entre bombas y misiles por la guerra en los Balcanes. Aun así, jamás renunció a su sueño de ser una estrella del fútbol. Hoy el volante del Real Madrid puede decir tarea cumplida.
Y su presidenta, Kolinda Grabar-Kitarovic, llegó a la cita mundialista pagando el boleto con su plata y con permiso sin goce de haber. Es decir, todo lo contrario a lo que suelen hacer nuestras autoridades.
Además, exhibió una sensibilidad pocas veces vista, sobre todo en mandatarios europeos: abrazó y besó como a hijos a sus jugadores y también a los franceses. Una estampa fabulosa que solo el fútbol y la vocación política pueden lograr.
El Perú necesita una presidenta como Kolinda, leí en el . Bueno fuera, porque ya estamos hartos de autoridades y candidatos con rabo de paja y audios de la vergüenza.
Lo peor es que la clase política cree que somos escasos de neuronas y pretenden voltearnos la realidad, como ocurre con los involucrados en los “CNMaudios”.
Esto fue todo por hoy, guardo este lápiz que jamás se vende, hasta mañana.
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