Fionna Simpson estaba conduciendo en la Carretera del Este en Australia cuando una tormenta de granizo empezó.
Era ella, su abuela y su bebé de cuatro meses estaban en el auto. Su abuela estaba como copiloto y su bebé en los asientos de atrás. La mujer no se había enterado que la región de South Burnett se encontraba en estado de alerta por fuertes tormentas. Fionna solo detuvo el auto cuando vio las primeras piedras.
Lamentablemente la parte trasera del vehículo cedió y el granizo le iba a dar de manera directa a su bebé por lo que saltó a la parte de atrás y "escudó" con su cuerpo a su hija.
En un momento, la mamá vio que su abuela necesitaba ayuda, pero su bebé de pocos meses de nacida quedaría desprotegida, por lo que tuvo que colocarse prioridades.
Cuando la tormenta paro siguió manejando para pedir ayuda. Pudo soportar los golpes, pero al llegar a los servicios de emergencia colapso y entro en shock.
La tres mujeres se quedaron internadas una noche en el hospital y Fionna fue la que se llevó la peor parte, ya que tiene heridas en todo su cuerpo. Decidió contar la historia en su Facebook para que más personas estén atentas de las alertas del Estado y no les suceda lo mismo.
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