Por el incremento de precios de los productos de la canasta básica familiar, más personas en situación de vulnerabilidad están acudiendo a las ollas comunes debido a que no les alcanza lo que ganan para cubrir su alimentación, según la Red de la Ollas Comunes de Lima.
“Hay ollas comunes que se instalaron durante el inicio de la pandemia y cerraron cuando disminuyeron las restricciones, que están volviendo a abrir porque hay más personas acudiendo”, señaló su presidenta Fortunata Palomino.
Actualmente, precisó que solo en Lima Metropolitana existen unas 2247 ollas comunes, ubicadas sobre todo en zonas periurbanas, que dan alimento a más de 255 mil ciudadanos, sobre todo adultos mayores, madres solteras o personas que sufren alguna enfermedad.
Por otro lado, Palomino calificó de “desafortunadas” las declaraciones del presidente Pedro Castillo, quien dijo que solo los ociosos iban a ser afectados con la hambruna, en medio de la crisis alimentaria que se prevé de manera global.
“Lamentamos la declaración del presidente (...) Es increíble que siendo un presidente del pueblo diga que los ociosos van a morir de hambre”, refirió.
“Nosotros trabajamos, el trabajo se duplica, triplica para la gente pobre... si vamos a morir de hambre va a ser porque no vamos a poder comprar los alimentos o no habrá alimentos para saciar el hambre”, añadió.