En el último trimestre de 2023, la deuda de los hogares en Estados Unidos ha alcanzado un nuevo máximo histórico de US$ 17,5 billones. Este aumento se ha visto impulsado por un crecimiento en los saldos de tarjetas de crédito, préstamos para automóviles y el incremento del costo de vida. Sin embargo, lo que llama la atención es que gran parte de las personas endeudadas son “millennials”.
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Lo más inquietante es el creciente estrés financiero entre los “millennials” y las personas con ingresos más bajos. Estos grupos están acumulando deudas a un ritmo alarmante y registran las tasas de morosidad más altas en más de una década.
Millennials endeudados con tarjetas de crédito y préstamos
Según los datos del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, la deuda de los hogares ha aumentado en todos los sectores, con un incremento de US$ 50.000 millones en los saldos de tarjetas de crédito, alcanzando un nuevo récord de US$ 1,13 billones.
La morosidad en tarjetas de crédito y préstamos para automóviles ha superado los niveles previos a la pandemia y se encuentra en su punto más alto desde 2011 y 2010, respectivamente. Los “millennials” y los hogares de bajos ingresos son los más afectados, con tasas de morosidad que superan el 8% anualizado.
Además, aunque las tasas de morosidad en los préstamos estudiantiles sean más menores registradas, las personas entre los 30 y 39 años, también presentan este “estrés” financiero debidos a los pagos que tendrán que realizar.
¿Cómo se agudiza esta situación?
Los factores que agravan esta situación incluyen la alta inflación, el aumento de las tasas de interés y el elevado costo de vida. Los precios de los bienes y servicios esenciales siguen aumentando, reduciendo el poder adquisitivo de las personas y obligándolas a recurrir a la deuda para cubrir sus necesidades básicas.
Además, la Reserva Federal ha elevado las tasas de interés para combatir la inflación, lo que encarece el crédito y dificulta el pago de las deudas existentes. El precio de la vivienda, la alimentación y el transporte también ha experimentado un alza significativa, limitando la capacidad de las personas para ahorrar y pagar sus deudas.
Situación provoca estrés y ansiedad
Esta situación no solo se trata del endeudamiento, ya que las personas que no pueden pagar sus deudas a tiempo experimentan altos niveles de estrés y ansiedad, lo que puede afectar su salud mental y física.
Además, la morosidad en los pagos puede dañar el historial crediticio de las personas, dificultándoles el acceso a créditos futuros en condiciones favorables. Finalmente, la acumulación excesiva de deuda puede llevar a la insolvencia y a la quiebra personal, con un impacto devastador en la vida de las personas.
