Aurora Caruajulca

Ayer la protesta de los transportistas dio un giro radical. Tras dos días de diálogo infructuoso con el gobierno, los dirigentes anunciaron la ruptura de las negociaciones y convocaron a un paro nacional indefinido. Este anuncio marca un punto crítico en la lucha que busca exigir medidas más contundentes contra la ola de extorsiones y criminalidad que afecta al sector.

Desde las primeras horas de la mañana de ayer, las calles de Lima y otras ciudades del país mostraron un panorama desolador. La falta de transporte público fue evidente, con una considerable baja en la circulación de buses. San Juan de Lurigancho, Ventanilla y Puente Piedra fueron algunas de las zonas más afectadas por la ausencia de vehículos de transporte público, lo que obligó a muchos ciudadanos a recurrir a colectivos y mototaxis informales, quienes aprovecharon la situación para triplicar sus tarifas.

TENSIÓN. A medida que avanzaba el día, se registraron incidentes que aumentaron la tensión en diversas zonas de la capital.

En Puente Piedra, decenas de pasajeros quedaron varados por más de 30 minutos debido a la falta de buses, mientras que en Ventanilla, el precio de los pasajes en autos colectivos se incrementó de S/2.5 a S/10.

El paro también dejó escenas de violencia. En Los Olivos, manifestantes intentaron frenar el tránsito en el cruce de las avenidas Carlos Izaguirre y Alfredo Mendiola, para obligar a los buses a dejar de operar, lo que derivó en un enfrentamiento con la Policía Nacional.

En esta segunda jornada de paro, la Defensoría del Pueblo informó sobre la detención de al menos dos personas en la Panamericana Norte, donde se registraron intentos de bloquear el tránsito.


A la par de las movilizaciones en las calles, los principales gremios de transportistas se concentraron en las afueras del Congreso de la República, donde instalaron carpas y anunciaron una huelga de hambre. Exigieron la derogación de la Ley 32108, que, en sus palabras, regula el crimen organizado, y la Ley de Terrorismo Urbano, las cuales, según afirman, criminalizan injustamente su actividad y favorecen a las bandas delincuenciales que los extorsionan.

PARO INDEFINIDO. Julio Campos, vicepresidente de la Alianza Nacional de Transportistas, fue el encargado de hacer el anuncio más contundente del día. Al no obtener una respuesta favorable del Congreso, Campos convocó a un paro nacional indefinido.

“Estamos indignados con este Congreso, que nos han hecho esperar horas para hablar de la derogación, y nos dijeron que no van a derogar la ley de Crimen Organizado y Terrorismo Urbano. Entonces, señores, en estos momentos nos estamos dirigiendo a la ubicación de todos los gremios para convocar un paro nacional indefinido”, exclamó Campos al salir del Parlamento, pasada la 1 p.m.

DEBATE. El Congreso convocó a una sesión semipresencial del Pleno ayer a las 2 pm., para discutir la derogación o modificación de las mencionadas leyes.

Sin embargo, los transportistas ya habían dejado en claro que no aceptarían ninguna modificación o aplazamiento de sus demandas. Solo la anulación. “La gente verá qué congresistas están con el pueblo”, advirtió Campos, instando a la unidad de todos los gremios y asociaciones.

Cerca de las 6 pm, el Pleno del Congreso decidió posponer el debate sobre las modificaciones a la Ley de Crimen organizado y, hasta el cierre de esta nota, no hubo acuerdos entre los legisladores.

Hasta esa hora, varios congresistas, excepto de las bancadas de Fuerza Popular y Perú Libre, pidieron la derogatoria.

La congresista Ruth Luque dijo que la Ley 32108 debe ser derogada porque favorece a las organizaciones criminales. “No hay un ánimo de derogar y tener empatía con la ciudadanía que está cansada de esta ley que es pro delincuencia”.

Por su parte, el parlamentario César Revilla (Fuerza Popular) aseguró que si se deroga la Ley 32108 “se legalizan las marchas violentas”.

Más temprano, desde Loreto, Boluarte pidió calma y unidad en medio de las protestas. Sin embargo, sus declaraciones no lograron apaciguar los ánimos de los transportistas. “El Perú no son aquellos tirapiedras”, afirmó, en un intento por deslegitimar las protestas.

QUÉ SIGUE. Con el anuncio de un paro nacional indefinido y la situación cada vez más tensa, los gremios de transporte han asegurado que no darán marcha atrás hasta que se deroguen las leyes que consideran injustas.

Los transportistas precisaron que la huelga indefinida no solo será acatada por el sector que representan, sino también por representantes de mercados, de camiones y hasta la minería legal.

“Son de 19 a 25 congresistas que están a favor de esta derogatoria, entonces estamos nosotros viendo en estos momentos que Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, está en contra, no quiere derogar; también está Perú libre, que tampoco no quiere derogar. Entonces ya lo tienen claro. También está toda la mesa directiva. ¿Por qué nos engañaron ayer (jueves 10) que lo iban a hacer? Están engañando al pueblo”, remarcó el dirigente.

Fuerza popular y perú libre no quieren derogar leyes contra el crimen organizado. nos engañaron”

Segundo día de protestas se desarrolló con escasos buses y pasajeros preocupados por llegar a su destino.

Hubo enfrentamientos entre transportistas y la Policía.

La Policía cercó las inmediaciones del Congreso para que los protestantes no lleguen a dicha sede. En zonas aledañas hubo enfrentamientos entre ambas partes.

Dirigentes instalaron carpas y pasaron la noche frente al Congreso.

3

detenidos

dejó la segunda jornada de protesta de ayer del paro de transportistas por disturbios.



4


personas


buscadas por la justica, al tener requisitorias por alimentos, fueron detenidas ayer en las protestas.


Piden mano dura contra extorsionadores.