Ricardo Gareca llevo a la selección a un mundial después de 36 años. (Foto: Andina)
Ricardo Gareca llevo a la selección a un mundial después de 36 años. (Foto: Andina)

La es el Perú que todos queremos: existoso y que se enfrenta a un problema y lo supera, refiere el sociólogo, periodista y profesor Carlos Bejarano, mientras que el psicólogo social, Jorge Yamamoto, considera que el equipo liderado por el argentino Ricardo Gareca es “lo bueno” que nos une a los peruanos.

“Hoy en día ver un partido es enfrentarse a una circunstancia que nos hace sentir orgullosos y halagados de ser peruanos”, dice Bejarano, tras explicar que el fútbol es una “especie de recreo nacional” que nos hace olvidarnos de la política y la economía.

Sin embargo, ambos especialistas coinciden en que las características positivas del equipo peruano no trascienden a la vida cotidiana.

“La reacción de la hinchada muestra que los peruanos tenemos tantas ganas de hacer bien las cosas, de contar con un buen liderazgo y aterrizar nuestro enorme potencial, pero cada oportunidad que tenemos se ve frustrada con el caos y la mediocridad en el Ejecutivo y el Congreso”, sostiene Yamamoto.

La cruda realidad: El “Tigre” y la política

“El Tigre”, un líder en un país carente de referentes

Sobre el “Tigre”, Bejarano señala que es un referente que genera admiración unánime, en un país carente de estos ejemplos. “Estamos hablando de una figura que tiene un nivel de credibilidad altísimo y que no la tiene nadie en ningún aspecto de la vida peruana”, comenta.

Añade que el “profe” se ha convertido en un ídolo que traspasa el fútbol. “En otros aspectos de la vida decimos que ser peruano es muy difícil, pero en el fútbol últimamente nos hemos convertido en protagonistas gracias a Gareca”, sostuvo.

“(Él) está asociado a las felicidades más importantes en los últimos tiempos, (como) clasificar al mundial después de toda una vida (…) Ha llenado un vacío que en otros ámbitos otros personajes han tenido que llenar, pero no existen”, acota.

Por su parte, Yamamoto manifiesta que en la selección hay un liderazgo de mucha estrategia, trabajo y disciplina, que reconoce meritocráticamente el talento de los jugadores y va obteniendo resultados. “Representa una de las pocas cosas bien hechas que tenemos”, acota.

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