Semana Santa: Cinco cosas que no sabías sobre Jesús
Semana Santa: Cinco cosas que no sabías sobre Jesús

Con la llegada de la Pascua y el gran estreno de la película Hijo de Dios, en los próximos días escucharemos mucho sobre Jesús.
Podrías escuchar sobre revelaciones de nuevos libros que pretenden contar la 'verdadera historia' de Jesús, las opiniones de amigos que han descubierto un 'secreto' en internet sobre el hijo de Dios y los argumentos herméticos de los compañeros de trabajo que pueden demostrar que él nunca existió.
Aún así, incluso para un cristiano devoto existen sorpresas que se encuentran ocultas en los Evangelios y gracias a los avances de la investigación histórica y descubrimientos arqueológicos, se sabe más sobre su vida y su época.
Con esto en mente, aquí hay cinco cosas que probablemente no sabías sobre Jesús, según el reverendo Jamer Martin, sacerdote jesuita.


Jesús vino de una pequeña ciudad de un lugar cualquiera. Casi todos los arqueólogos de hoy en día están de acuerdo en que la ciudad de Nazaret tenía solo de 200 a 400 personas. El pueblo de Jesús no se menciona en ninguna parte del Antiguo Testamento ni del Talmud, el cual toma nota de docenas de otros pueblos de la zona.
Jesús probablemente no lo sabía todo. Esta es una pregunta teológica controvertida. Si Jesús es divino, no tendría que saber todas las cosas? (De hecho, en varias ocasiones Jesús predice su muerte y resurrección).
Jesús fue duro. Desde los 12 años hasta los 30, Jesús trabajó en Nazaret como carpintero. 'No es éste el carpintero?', dicen las multitudes asombradas cuando comienza a predicar.
Jesús necesitaba 'tiempo para sí' El evangelio frecuentemente habla sobre la necesidad que Jesús tenía de 'alejarse' de las multitudes y hasta de sus discípulos.
Hoy en el Mar de Galilea, donde Jesús llevó a cabo gran parte de su ministerio, puedes ver lo cerca que estaban las ciudades y cuan natural debió haber sido para las multitudes entusiastas 'presionarlo', como los Evangelios lo describen.
Jesús no quería morir A medida que se acercaba a su muerte y rezaba mucho en el jardín de Getsemaní, Jesús dice, 'Pasa de mí esta copa'. Es una oración contundente dirigida al padre, a quién el cariñosamente llamaba Abba. Él no quiere morir.
A diferencia de la forma en que algunos cristianos retratan a Jesús como de estar cortejando a la muerte, e incluso desearla, como cualquier ser humano, la idea de la muerte es aterradora. 'Mi alma está muy triste hasta la muerte', dice.

Al final, como les gusta decir a los teólogos, Jesús no es tanto un problema que hay que resolver, sino un misterio digno de ser admirado.