José Gabriel Condorcanqui, quien perteneció a la nobleza incaica y fue curaca de Surimana, Pampamarca y Tungasuca, realizó la mayor rebelión de los indígenas en 1780.
Debido al abuso hacia su pueblo y la instauración de las reformas borbónicas, el descontento estalló en Tinta con el apresamiento y la posterior decapitación del corregidor Arriaga.
Luego de que todo el pueblo defendiera dicha causa, Túpac Amaru II pide el rendimiento de los españoles, pero ellos no lo hacen. Al desatarse un enfrentamiento, las tropas independentista se despliegan hacia Sangarará y ganan la batalla, pero deben dirigirse hasta Puno para difundir su lucha. El 10 de enero sufren su primera derrota.
Luego de un segundo fracaso en contienda, Túpac Amaru es apresado y sentenciado a una terrible muerte.
Luego de un segundo fracaso en contienda, Túpac Amaru es apresado y sentenciado a una terrible muerte.