Un niño estaba celebrando su cumpleaños al lado de sus amigos y familia cuando de repente comienza a vomitar y a hincharse en Reino Unido. La madre sabía que su hijo era alérgico a los huevos, pero le comentó a la panadería donde compró la torta que no le echen ninguna gota de huevo al pastel.
Ali Cartens, la madre del niño, al ver que el menor había entrado en shock, acudió al hospital. Luego, llamó a la compañía Sophie Amelia Creative Cakes en Reino Unido y pidió explicaciones de lo que había pasado.
"Llamamos a los panaderos, quienes confirmaron que a pesar de sus garantías iniciales, habían puesto claras de huevo en el pastel. Podrían haberle matado", comentó la mamá.
Menos mal los médicos actuaron rápidamente y los antihistamínicos y esteroides que le administraron lo ayudó a controlar la reacción alérgica. Sin embargo, ahora que el menor se encuentra estable, no quiere volver a comer por miedo a otra reacción.
La empresa solo atinó a respondes que no fueron claras de huevo lo que utilizaron en el pastel, sino sería el residuo que a veces queda en la masa cuando hacen más pasteles en la máquina al mismo tiempo.
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