En el marco del Día Nacional del Reciclador, diario OJO ha querido rendir un homenaje a los hombres y mujeres que se dedican a esta sacrificada labor dando a conocer una historia de éxito.
Para ello, entrevistamos a Vanessa Vallejos (45), llamada cariñosamente “La reina de la chatarra”, quien es recicladora de fierros y metales desde hace 20 años. Ella junto con su esposo José Vega (43) iniciaron un emprendimiento que ha crecido con los años gracias a su empuje y el apoyo de empresas como Siderperu que los capacitó en diferentes aspectos del negocio de chatarreo.
-¿Cómo fueron sus inicios en el reciclaje?
Antes de ser recicladora era costurera, trabajaba para otras personas. Mi esposo, desde muy joven, empezó a laborar como reciclador. Recorría las calles con su moto triciclo recogiendo plástico, cartón, chatarra, etc. Un día le dije: ¿por qué no abrimos un local como centro de acopio? Entonces, decidimos arriesgarnos a hacer un emprendimiento.
-¿Cómo ha evolucionado su negocio?
En el 2008 con un préstamo de capital abrimos un local en la calle en Villa María del Triunfo. Las personas comenzaron a vendernos los materiales; sin embargo, la municipalidad nos cerró porque infringíamos las normas. Después alquilamos otro establecimiento más grande y nos formalizamos. Luego compramos un local y comenzamos a reciclar únicamente chatarra.
-¿Qué dificultades ha tenido para emprender?
En la formalización. El reciclaje y chatarreo no tienen mucho apoyo legal del Estado. Además, los recicladores somos mal vistos. Por ser mujer he tenido más dificultades. Ciertas empresas no han querido negociar conmigo por ser mujer y me han dicho que hablarían con mi esposo.
-¿Qué satisfacciones le deja su emprendimiento?
Agradezco a Dios porque me dio la oportunidad de conocer el bonito mundo del reciclaje. He podido conocer historias de personas que reciclan caminando toda la madrugada para ganar S/ 40 o S/ 50. Mi emprendimiento me ha permitido tener un restaurante. Me siento orgullosa de ser chatarrera. Con la chatarra he podido formalizar un negocio.
-¿Qué les diría a las personas que menosprecian el trabajo de reciclador?
Que sean empáticos. No sabemos las realidades de cada persona. Si les incomoda que el reciclador abra su bolsa y busque el material que necesita para trabajar, entonces que lo ayuden separando en otra envoltura. Siento que nosotros aportamos bastante a la sociedad porque reutilizamos el material como el fierro y con este se construyen las ciudades.
-Un consejo para otros recicladores...
Al reciclador le digo: “Vive tu etapa, no te quedes siempre como reciclador. Si a los 20 años eres reciclador, a los 25 tienes que tener el sueño de emprender, formalízate. El ingreso económico que tengas úsalo para prepararte profesionalmente, así como yo que en el camino estudié Administración de empresas”.