Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Maribel, de 33 años, quien me escribe desde Pueblo Libre

Doctora, me siento sumamente confundida y siento que solo usted podría ayudarme a aclarar los problemas de mi mente y tomar la mejor decisión. Hace dos años tuve una relación Javier, quien me abandonó estando embarazada y ahora no me deja en paz con sus constantes mensajes.

Esta tórrida historia inició en el mercado de mi distrito. Diariamente recibía halagos de Javier. Este sujeto siempre me visitaba a mi puesto, me llevaba presentes, era muy detallista y eso me gustó. Pasaron unos meses y yo comencé a fijarme más en él.

Pocos meses después decidimos iniciar una relación y todo era tan bonito quefruto de ella quedé embarazada. Estaba muy feliz aunque asustada, ya que aún no nos habíamos casado y ya íbamos a tener un niño juntos. Por ello le dije que teníamos que hablar con su familia y luego con la mía. Al principio, él me respondió que sí, luego comenzó a alejarse de mí hasta el punto de desaparecer.

Pasaron unos meses y yo di a luz a mi hijo, mi familia me apoyó a pesar de todo, pero la rabia seguía dentro de mí. Pasaron dos años y hace unas semanas Javier volvió a aparecer en mi vida, me pidió perdón y me dijo que quería volver conmigo. Yo me he negado a su proposición y eso ha generado que me mande mensajes constantemente y no me deja trabajar tranquila. Aún siento cosas por él y, además, me gustaría que mi pequeño tenga un hogar, pero por otro lado siento que este tipo no merece nada. Doctora, dígame qué debo de hacer, por favor.

CONSEJO

Estimada Maribel, este tema es muy delicado. No te dejes llevar por tus emociones ni te dejes atrapar por el pensamiento de querer ofrecerle un hogar a tu hijo, en base a tu dolor. Si él te hizo daño, analiza detenidamente si deberías darle o no una oportunidad. Tienes que darte tiempo para ver cómo se comporta con tu hijo y contigo, que muestre sus verdaderas intenciones. No tomes decisiones apresuradas.