“Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Melissa, de 26 años, que nos escribe desde Pueblo Libre.
Querida Doctora Magaly Moro, mi corazón está alborotado y necesito su guía. Después de casi diez años volví a ver al amor de mi vida. Fue en la reunión de reencuentro de mi promoción del colegio, y apenas lo vi cruzar la puerta, sentí el mismo escalofrío que cuando éramos adolescentes. Yo era una joven muy enamorada y él fue mi primer novio, pero la vida nos separó y cada uno hizo su camino.
Ahora que volví a ver a Héctor, siento que todos esos años no pasaron. Lo miré con los mismos ojos de entonces y no pude evitar recordar todo lo que vivimos. Él también me buscó para conversar, y sus ojos me decían que el sentimiento seguía ahí, aunque solo hablamos de cosas superficiales. Sentí la conexión de siempre, esa química que era única y que nunca he vuelto a encontrar con mis otros enamorados.
El problema es que ambos tenemos pareja. Él me agregó a sus redes y me ha estado dando “me gusta” a mis fotos antiguas de la época del colegio. Muero por escribirle, retomar el contacto y revivir nuestra historia. Es la tentación más grande que he sentido en años.
Estoy confundida entre la lealtad a mi enamorado y este recuerdo que me quema por dentro. No sé si estoy idealizando un pasado que ya no existe o si es una señal del destino para darnos una nueva oportunidad. ¿Debería enviarle un mensaje o debo quedarme quieta para no arriesgarlo todo?
CONSEJO
Querida Melissa, comprendo la emoción que sentiste al reencontrarte con un amor del pasado. Antes de escribirle, piensa en lo que realmente buscas y en las posibles consecuencias. Tienes la oportunidad de vivir la nostalgia de ese recuerdo o arriesgarlo todo por una ilusión; la decisión es tuya, pero tu enamorado merece honestidad.




