Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Mario, de 35 años, que nos escribe desde Los Olivos.
Doctora Magaly Moro, le escribo porque ya no sé qué hacer. Estoy casado hace siete años con Carolina y tenemos dos hijos. La amo, pero últimamente siento que nada de lo que hago la satisface. Si cocino, dice que ensucio demasiado; si limpio, asegura que dejo todo mal hecho; y si me encargo de los niños, me corrige delante de ellos. A veces pienso que preferiría hacerlo sola antes que dejarme participar.
En casa también hay discusiones por el dinero. Ella no confía en cómo administro mis ingresos y siempre revisa mis gastos. Si compro algo para mí, me dice que no pienso en la familia. Intento explicarle que quiero ayudar en todo, pero cada vez que propongo algo, me responde con sarcasmo o simplemente me ignora.
No me grita ni me insulta, pero me hace sentir inútil. Cada día tengo más miedo de equivocarme, porque sé que cualquier error será motivo para que me diga que “otra vez lo hice mal”. Ya casi no hablamos de cosas bonitas. Me esfuerzo por mantener la calma, aunque por dentro me estoy apagando.
Lo más triste es que mis hijos empiezan a copiar esa actitud. A veces me corrigen como lo hace ella o me dicen “eso no se hace así, papá”. Me parte el alma pensar que pueden crecer creyendo que su papá no sirve para nada. ¿Cómo manejo esta situación, doctora? Ayúdeme, por favor.
CONSEJO
Querido Mario, es muy duro convivir con alguien que critica en lugar de reconocer. Una pareja sana se construye con respeto, confianza y trabajo en equipo. Si tu esposa no permite que participes ni te valora, la relación se está volviendo desigual. Conversa con ella sin reproches, exprésale cómo te sientes y, si no hay cambios, busca ayuda profesional. Nadie debería sentirse inútil dentro de su propio hogar.
