Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Teresa, de 35 años, de Los Olivos:

Estimada doctora Magaly, me encuentro atrapada en una situación que jamás pensé vivir. Actualmente, convivo con Román, mi pareja desde hace tres años, y a pesar de que no solemos discutir, he comenzado a sentirme infeliz, insegura y incómoda a su lado.

Román es un hombre cariñoso y tranquilo; no bebe ni es infiel. Para muchas, sería considerado “el hombre ideal”, pero como bien dice el refrán, la perfección no existe. Su mayor defecto es la falta de ambición. A lo largo de nuestra relación, ha tenido varios empleos, pero nunca lo he visto verdaderamente comprometido con ninguno. Siempre encuentra una excusa y, cuando se aburre, renuncia, sin preocuparse por las consecuencias económicas que implica.

Esto ha llevado a que, en muchas ocasiones, yo asuma todos los gastos del hogar. Incluso en días especiales, como el Día de la Madre, soy yo quien compra regalos para su familia, para que él no quede mal ante ellos. No busco que un hombre me mantenga, pero sí espero que al menos colabore. Me frustra ver cómo me esfuerzo al máximo en mi trabajo mientras él pasa horas durmiendo en casa.

A menudo, deseo poner fin a nuestra relación, pero el amor que siento por Román me frena. Lo quiero profundamente y no puedo imaginar mi vida sin él. Este dilema me consume y no me deja en paz. Doctora Magaly, ¿debo seguir apoyándolo para mantenerlo a mi lado? Su orientación sería de gran ayuda.

CONSEJO

Querida Teresa, es esencial que reconozcas tus límites y necesidades. Habla honestamente con Román sobre cómo te sientes y lo que esperas de la relación. Si no ves cambios, considera si este amor realmente te aporta felicidad. Mereces una pareja que comparta tus valores y te apoye. Prioriza tu bienestar y no temas tomar decisiones que te protejan.