Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Carola, de 42 años, que vive en Lince:

Carola (42, Lince). Doctora Moro, le escribo porque estoy desesperada, ya no sé qué hacer con mi marido. Tengo 10 años de casada con Juan. Llevamos una buena relación, con sus altas y bajas, pero sin mayores contratiempos. Solo hay un detalle que, si bien al inicio de nuestro matrimonio no me incomodaba, ahora me resulta imposible de llevar.

A mi querido esposo se le despierta el deseo sexual de madrugada. Así como lo lee, doctora Magaly. Mi Juan tiene la costumbre de despertarse a las 3 o 4 de la mañana para que tengamos intimidad. Yo puedo estar durmiendo plácidamente y él me despierta para tener relaciones. Al inicio me parecía una costumbre curiosa, incluso no teníamos problemas porque él trabajaba de tarde y yo entraba a mi oficina a las 10 de la mañana.

Pero ahora que trabajo como secretaria en una entidad del Estado y debo llegar a mi oficina a las 8 a.m. ya no soporto que Juan me despierte de madrugada. Trabajo casi 10 horas al día, llego a mi casa cansada y solo quiero tirarme a mi cama a dormir. Ya le he dicho a mi Juancito para hacerlo en un horario normal, antes de acostarnos, pero él dice que a esa hora no tiene ganas.

Ya no sé qué hacer doctora. No descanso bien, tengo ojeras y me duermo en mi trabajo cada vez que a Juan le entran las ganas de tener intimidad de madrugada. ¿Qué hago? No quiero que mi matrimonio se rompa por esto.

CONSEJO

Querida Carola, debes conversar con tu esposo de cómo afecta tu estilo de vida sus hábitos sexuales. Son una pareja y deben llegar a un acuerdo donde ambos se sientan bien. La relación es de dos y ambos deben sentirse cómodos y satisfechos. Conversen y juntos busquen una solución donde los dos estén de acuerdo. Suerte.