Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Marcela, de 34 años, que nos escribe desde La Molina.

Doctora, la semana pasada fuimos a la cena de Navidad con la familia de mi pareja y terminé sintiéndome fatal. Quise hacer un comentario gracioso para romper un poco la tensión, pero salió mal y todos se rieron de manera incómoda. Él reaccionó llorando y me dijo delante de todos que soy fría, que no tengo detalles con él y que no lo quiero. Me dejó completamente humillada frente a sus padres y hermanos.

Fue un momento muy incómodo porque, además de lidiar con la vergüenza, sentí que él me culpaba por algo que era un error sin intención. Intenté explicarle que solo quería pasar un buen rato y no causar conflictos, pero parecía que nada de lo que dijera calmaba su enojo o tristeza.

Ahora me preocupa cómo será la próxima reunión familiar, porque temo que esta situación se repita y que cualquier error mío pueda desencadenar nuevamente un conflicto. Siento ansiedad solo de pensar en futuros encuentros y no sé cómo manejarlo para que no afecte nuestra relación.

Además, me siento confundida porque antes de esta situación nuestra relación era cercana y divertida. Me gustaría encontrar una forma de que ambos podamos disfrutar de estas reuniones sin que un pequeño error se transforme en una pelea.

Cada vez que recuerdo la escena, siento una mezcla de vergüenza y frustración, y me pregunto cómo podemos aprender de esto sin que los reproches se vuelvan costumbre. Quiero que nuestra relación vuelva a sentirse bonita, incluso frente a su familia.

CONSEJO

Marcela, cuéntale cómo te afectó que te criticara frente a su familia y propongan que si algo sale mal en público, ninguno se humille ni se reproche. Pueden evitar comentarios hirientes, y que cada uno tenga espacio para expresarse sin dramatizar. Esto ayudará a que los próximos encuentros familiares sean más tranquilos y ambos puedan disfrutar sin miedo a equivocarse.