Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Cecilia, de 36 años, que vive en Breña:

Señora Moro, me siento devastada. Me tomó dos años y medio preparar cada uno de los detalles de mi boda y ahora mi marido me quiere abandonar, ¿puede creerlo? Me cegué y no quise ver las malas cara que solía poner me ponía mi futuro esposo, en las previas a nuestro matrimonio. ¡Cómo no pude darme cuenta!

Mis hermanas coincidían al decir que lo notaban un poco tenso y no parecía entusiasta. Le dije una y mil veces que si tenía algún problema, me lo hiciera saber sin remordimientos. Pero siempre me decía que eran solo los nervios.

A solo días de la fecha pactada, sus amigos decidieron emprender un viaje con él como despedida de soltero. Cuando volvió todo había cambiado. Estaba mucho más callado, parecía que ya nada le preocupaba. En el día de la boda todo fue felicidad, a pesar de que en la luna de miel me dijo que estaba cansado y simplemente se fue a dormir.

Con los días la situación no mejoró en lo absoluto y cuando le insistí para tener intimidad, terminó diciéndome que ya no estaba seguro de lo que sentía por mí. La única razón que me daba es que yo había sido muy neurótica como para darme cuenta que él ya no me quería.

Semanas después descubrí que se había reencontrado con su exenamorada. Dice que solo conversaron, pero no le creo nada. Y resulta que ahora quiere que nos demos un tiempo, a un mes de casados. Estoy confundida y avergonzada, no sé si valga la pena salvar nuestro matrimonio. ¿Qué hago, doctora?

CONSEJO

Estimada Cecilia, analiza si realmente quieres continuar junto a una persona que no quiere compartir su vida contigo. Claramente, no hay interés por parte de tu esposo para mejorar las cosas y no tienes por qué soportar sus desplantes. No te dejes llevar por lo que los demás piensen de ti. Sé fuerte y valiente. Lo mejor es ponerle fin a esta relación o podría hacerte mucho daño.

ESCRÍBEME TU CASO A