Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Carlos, de 58 años, quien vive en el distrito de Comas.

Doctora Moro, le escribo porque llevo varias semanas sin poder descansar bien debido a los fuertes ronquidos de mi esposa. Lo peor de esta situación es que ella es muy sensible y, por lo tanto, temo herir sus sentimientos si le hablo del tema.

A pesar de que Marta siempre ha roncado, los sonidos que hacía antes eran tolerables. Pero ahora, pasar la noche a su lado se ha vuelto insoportable. No quiero ser grosero, pero cuando duerme, parece el motor de un carro en mal estado. Esto, además, está afectando nuestra vida sexual y cada vez me siento menos atraído por ella.

He intentado pedirle a mi hija que le sugiera ir al médico, porque sé que los ronquidos pueden ser señal de algún problema respiratorio. No obstante, como Marta no se da cuenta de los fuertes sonidos que emite cuando duerme, se niega rotundamente a consultar con un especialista.

Incluso, mi hijo también le sugirió lo mismo, diciéndole: “Mamá, debes ir al médico, tus ronquidos son muy fuertes”. Pero Marta respondió: “Ay, qué exagerado eres, yo duermo perfectamente”. Honestamente, por momentos siento que me gustaría ir a dormir a otro cuarto. Estoy realmente confundido, doctora. ¿Cómo debo abordar este tema sin causarle daño a mi pareja?

CONSEJO

Querido Carlos, entiendo tu malestar, pero es importante abordar el tema con tacto y empatía. Explícale a Marta cómo sus ronquidos están afectando tu descanso y salud sin hacerla sentir atacada. Sugiere ir a un especialista juntos, como una forma de cuidar su bienestar. El diálogo abierto y comprensivo es clave para resolver el problema sin dañar la relación.