Frente a la costa de La Punta (en el Callao), oculta a la vista de bañistas y visitantes por situarse detrás de la isla El Frontón, se encuentran las islas Palomino, un edén marino que alberga una fauna de ensueño, que ha visto incrementar su hábitat con los años gracias al trabajo ejercido por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), entidad que adquirió equipos de última generación por un monto de 50,000 dólares para proteger un área de 16.3 hectáreas de isla y 5130 hectáreas de agua.
Peligros. El enemigo por antonomasia de la naturaleza, cuándo no, es el hombre. Mariano Valverde, jefe de la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, cuenta que son la pesca ilegal con dinamita y la contaminación de las playas las mayores amenazas para los lobos de mar, pingüinos y aves guaneras que habitan en el lugar.
“En el año hemos detectado tres explosiones producto de la pesca con dinamita, lo que ahuyenta a los peces, que son el alimento de los animales que viven en las islas”, relata Valverde y añade que es difícil sancionar esta actividad porque se realiza de noche y las embarcaciones no cuentan con matrícula visible. “Es por ello que hemos intensificado el patrullaje, ahora salimos cuatro veces por semana para evitar esta práctica”, comenta.
Ecosistema. En 1995 las islas Palomino registraban no más de 500 lobos marinos y algunas miles de aves guaneras. En la actualidad, son cerca de 8000 lobos marinos los que reciben con sus gritos a manera de coro a los visitantes, los que pueden bañarse junto a ellos (particularidad de los animales de esta zona), además de apreciar cerca de 7 millones de aves guaneras que circundan los cielos en busca del alimento que les proporciona el mar.
Vigilancia. Lograr el repunte de esta reserva marina es un trabajo de años, el cual se inició en 2010 pero se intensificó en 2015. Actualmente, el Sernanp, para un mejor cuidado, adquirió equipos por un costo de 50,000 dólares que incluyen drones, visores nocturnos, binoculares y telescopios. Además, se capacitó a 20 guardaparques buzos, los que se encargan de monitorear qué especies y qué cantidad de peces existen, y también ayudar con la limpieza de las profundidades.
“Los drones nos ayudan a realizar el conteo de los lobos marinos. Antes hacíamos una foto y en la pantalla de la computadora teníamos que contarlos uno por uno, ahora con el dron esta tarea se facilita. Gracias a los visores nocturnos se dificultará la pesca ilegal con dinamita, incluso se ha hecho el mantenimiento del yate para incrementar el patrullaje, por un monto de 7000 dólares”, finaliza el responsable del cuidado de las islas Palomino, quien se despide no sin antes invitar al público a visitar este paraíso de altamar.
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