"Me dijeron que soy el demonio en persona", dice Antonella, una joven lesbiana de 19 años, quien contó el drama que vive a Cuarto Poder. Ella denunció penalmente a su madre por discriminación y violencia familiar y se convirtió en la primera persona en el Perú que realiza este tipo de imputación. Ella ya no podía más.
Antonella sufría de constantes maltratos físicos no solo de parte de su madre, una mujer evangélica, integrante del llamado Movimiento Misionero Mundial en el Perú, sino también de su padrastro. La pateaban y le decían "machona" “vergüenza para la familia”, “desearía que no hubieras nacido”. Según contó, una vez su padrastro trató de asfixiarla con una almohada luego de enterarse de su orientación sexual. Su tía tuvo que ayudarla y rescatarla del infierno que vivía. Los moretones en su cuerpo son evidencia de la violencia.
"Me dijeron que soy el demonio en persona", dijo la joven en el reportaje que buscó la versión de su madre, Nelly Roca. Ella solo se defendió asegurando que la denuncia no es real, que su hija no es lesbiana y que solo la había castigado por llegar tarde a su casa. “Yo sé que Dios la va a transformar, pero no sé cuándo. Es porque se ha juntado con malas personas”,
Antonella acudió a la comisaría de Puente Piedra el 19 de mayo para denunciar los maltratos pero no le hicieron caso y hasta le aconsejaron que vaya a un psicólogo. En aquella ocasión no tenía a donde ir y volvió a su casa, de la que se fue hace poco cansada de los maltratos. Hoy la Organización No Gubernamental Promsex, que hoy le brinda asesoría legal para denunciar además al líder religioso de su madre, Alberto Santana. El líder de la Iglesia del Aposento Alto Cristiano de Independencia también fue denunciado por discriminación e incitación a la discriminación.
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