Verano 2016: Piscinas caseras, nidos de zancudos del dengue

El agua de las piscinas inflables y portátiles podría convertirse en nido del mosquito transmisor del dengue, si las familias no cumplen con medidas sanitarias básicas, alertó Elmer Quichiz, de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).

“Dejar el agua estancada por más de tres o cuatro días representa un gran peligro, porque el zancudo aedes aegypti, vector de esta enfermedad, busca este tipo de ambiente para desarrollarse”, explicó.

El cambio de agua, según el especialista, debe realizarse como máximo cada dos días, pero lo ideal es desecharla tras el primer uso. Asimismo, la limpieza de las piscinas debe incluir la desinfección con lejía y un buen enjuague.

No realizar este proceso de mantenimiento también causaría daños en la salud de quienes ingresen a este medio de distracción, refirió el especialista.

“Como el agua no recircula existe gran concentración de microorganismos y bacterias que provocan enfermedades a la piel y gastrointestinales”, advirtió Quichiz.

Estos gérmenes también se quedan impregnados en las paredes de las piscinas, por lo que es necesario poner en marcha una adecuada limpieza y no permitir el ingreso de adultos.

“Son los niños quienes más las utilizan. Por eso, los padres deben respetar las reglas que están en la etiqueta del producto y colocar algunas como no orinar, ni entrar sin previa ducha, entre otras”, recomendó.

Baño en las calles. En un recorrido por las calles del Callao, OJO comprobó la presencia masiva de piscinas plásticas en pistas y veredas. En una sola cuadra, los vecinos instalaron hasta cinco de estos depósitos de agua, de todos los tamaños.

Al respecto, el experto de Digesa señaló que en los últimos años aumentó el uso de las piscinas caseras en la vía pública, incluidos parques. Cabe resaltar que los gobiernos locales los encargados de regular su uso.

“La única forma de controlar este desorden que se genera es través de ordenanzas municipales”, enfatizó Quichiz.