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El miedo por una posible tragedia surgió de golpe en miles de peruanos luego de que, en la víspera, se dejara sentir una serie de sismos de mediana intensidad en varios distritos de la capital y en provincia.
En Lima y Callao, grandes y chicos despertaron sobresaltados por un remezón de 4.1 grados en la escala de Richter, producido a 46 kilómetros al oeste del primer puerto. Ocurrió al promediar las 2:24 de la madrugada. Muchos salieron de sus casas y se quedaron en las calles durante varios minutos
“Primero se sintió como un leve sonido, pero luego se sintió como un rujido y empezó el movimiento. No duró mucho, pero fue bastante fuerte y nos dio miedo por lo que pudiera pasar después”, dijo en horas de la mañana Vilma Escalante, vecina de Los Olivos.
En el Primer Puerto miles perdieron el sueño por el miedo a un posible tsunami, por lo que alistaron improvisadas bolsas de emergencia con algunos alimentos enlatados y artículos de aseo personal. Afortunadamente, el evento no llegó a desencadenarse.
SACUDIDA EN SERIE
En tanto, al promediar las 9:00 de la mañana del viernes se registró un segundo movimiento telúrico, con una intensidad de 5.0 grados en la escala de Richter Su epicentro estuvo localizado a 63 kilómetros al Sur de Pucallpa (Ucayali).
Aunque aparentemente alejado, fue suficiente para asustar a quienes se alistaban para empezar con sus labores diarias. “Justo estaba abriendo mi negocio, cuando sentimos el movimiento. Las puertas metálicas empezaron a vibrar y algunas herramientas se cayeron de las mesas. Ni bien acabó, armamos nuestra mochila de emergencia por precaución”, dijo César Salas, quien trabaja en un taller mecánico de La victoria.
No obstante, los vecinos de Matucana, en la región Lima, fueron quienes mayor temor tuvieron. Tanto, que incluso pensaron en dormir en el cementerio local, como sucedió hace un par de meses. En esta localidad se registró un tercer movimiento al promediar las 11.15 horas. El evento tuvo una magnitud de 4.7 grados en la escala de Richter y su epicentro estuvo ubicado a 32 kilómetros al sureste de dicha localidad limeña.
ENERGÍA ACUMULADA
“Estas noches vamos a dormir con la ropa puesta, estamos casi seguros de que la tierra va a moverse en las próximas horas. Si es así, tendremos que ir a carpas”, dijo la ciudadana Iris Acosta, a quien ya le tocó dormir en un improvisado refugio en el cementerio.
El presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú, Hernando Tavera, informó que los movimientos de mediana o pequeña intensidad no liberan la cantidad de energía necesaria para evitar un gran sismo, superior a los 8 grados Richter que, se estima, azotará a la zona central del país y, sobre todo, a Lima y Callao en cualquier momento.
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