Incluir carne en la dieta no debería estreñir, sin embargo, esta condición puede ocurrir frente a ciertas circunstancias.

Ten en cuenta que las carnes de ave, de cerdo y las carnes rojas (como de cordero, cuy o res) demandan un mayor trabajo digestivo y demoran más tiempo en recorrer todo el tránsito intestinal.

Si se come más carne de la debida, puede causar dos situaciones desde la digestión: el colon intentará expulsar más rápido el contenido provocando deposiciones sueltas o, por el contrario, no logrará estimular el movimiento de manera eficiente, el alimento se mantendrá más tiempo en el colon ocasionando que se absorba más agua de la materia formando heces duras y difíciles de evacuar constituyéndose el estreñimiento o constipación.

Lo recomendable es consumir la cantidad necesaria de carne y si, por razones nutricionales o por un evento social, se debe comer un poco más de la cuenta, lo ideal es acompañarla con una cantidad generosa de fibra, idealmente de verduras crudas como lechugas, espinaca, arúgula, etc. También ayuda mucho incorporar 1 cucharada del suplemento Fluye.

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