Después de las celebraciones, es común encontrarse con más comida de la que podemos consumir. Aprovechar estos excedentes de manera responsable no solo evita el desperdicio, sino que también puede aligerar las cargas en los días posteriores.

Primero, divide las sobras en porciones pequeñas y guárdalas en recipientes herméticos para facilitar su consumo en los días siguientes. Congelar alimentos es una excelente opción para prolongar su vida útil, especialmente guisos, carnes e incluso algunos postres.

Reinventa las sobras con creatividad: transforma el pavo o pollo en sándwiches, ensaladas o pasteles salados. Las verduras cocidas pueden convertirse en cremas o salteados, y el pan duro es ideal para hacer tostadas o budines.

Para evitar excedentes en el futuro, planifica cantidades más ajustadas y fomenta compartir los alimentos o donarlos a quienes lo necesiten.


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