Bruce Lipton, biólogo celular, propone en su libro La biología de la creencia que nuestros pensamientos y creencias tienen el poder de influir directamente en nuestra biología a nivel celular. Para mí, esta visión representa una perspectiva poderosa sobre la salud, y quiero compartirla con ustedes.

Según Lipton, las percepciones que tenemos de todo lo que nos rodea son los verdaderos determinantes de la activación o desactivación de nuestros genes, no los genes en sí mismos, como se creía antes. Su idea, basada en la epigenética, plantea que no somos víctimas de nuestra herencia genética; por el contrario, desempeñamos un papel activo en nuestra salud al elegir nuestras creencias y pensamientos.

Para Lipton, la membrana celular actúa como el “cerebro” de la célula, respondiendo a señales provenientes de nuestras emociones, pensamientos y del entorno. Esto incluye factores como los alimentos que consumimos y las emociones que experimentamos, lo que nos da una sensación de control y poder sobre nuestro propio organismo.

Una de las ideas más atractivas de su teoría es que nuestras creencias subconscientes son las que tienen el mayor impacto en nuestra biología, ya que muchas veces actúan sin que seamos conscientes de ellas. Lipton sugiere que creencias limitantes y negativas —como miedos, inseguridades o autocríticas— pueden generar estrés en el cuerpo y activar genes que promuevan enfermedades o debiliten el sistema inmunológico.

Sin embargo, al tomar consciencia de estas creencias y reprogramarlas mediante técnicas como la hipnosis, la meditación, la Programación Neurolingüística (PNL) o el uso de afirmaciones, podemos crear un entorno interno que promueva la salud y la autorregulación.¡A entrenar la mente! Si la usamos a nuestro favor, puede tener un impacto positivo en nuestra salud y bienestar.

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