La comida recién preparada y que desees almacenar para más tarde o para el día siguiente, no debe refrigerarse mientras esté caliente. Esto debido a que altera la temperatura interna del refrigerador y, como consecuencia, acelera el deterioro del resto de alimentos.

Lo ideal es esperar que la comida se enfríe y luego separar los alimentos. El vidrio es el mejor contenedor ya que no produce olores ni partículas extrañas al alimento.

Si vas a cocinar para varios días, es mejor que congeles. Entre los guisos y comidas que se mantienen muy bien destacan las menestras (evita el aderezo, ya que puedes ponerlo al momento), los medallones de carne de ave, res o cerdo (bien cocidos sin hueso), los aderezos, por ejemplo, de ajo o ajíes, y la salsa de tomate donde dejas reducir el agua durante la cocción.

Si bien la comida recién preparada es lo más recomendable, congelar puede ser una buena alternativa.

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