No es mala suerte, es la realidad. La selección nacional de fútbol la pasa mal, pero el problema es que se gana y se faulea sola.
Las reiteradas lesiones de los jugadores luego de dejar sus clubes para ponerse a disposición del equipo peruano, no son porque Markarián se levantó de la cama con el pie izquierdo o porque se le cruzó un gato negro. No, eso es cuento. Son otras las razones y también por eso se generan muchas especulaciones.
Si el comando técnico fuera realmente competente, hace tiempo debió darse cuenta que muchos jugadores no regresaron bien físicamente.
Si se dice que este es uno de los procesos más caros en la historia del fútbol peruano, no es posible que a estos profesionales, incluido Markarián, se les pase situaciones tan elementales como conocer a plenitud el verdadero estado de salud de sus futbolistas.
Para nadie es novedad que Vargas y Pizarro jugaron poco en Europa por sus constantes lesiones, entonces la exigencia no debió ser tan marcada con ellos.
Los asistentes del 'Mago' no supieron corresponder a la altura de un seleccionado y el principal responsable es el mismo Sergio Markarián, quien se jacta de tener chequeados a todos en su bendita laptop, pero al parecer se está olvidando de revisarla últimamente.
Qué pasó entonces?, a quién le pedimos ayuda?, o están esperando que 'El huachano' se incorpore al comando técnico?
La situación no pinta bien y no falta nada para la Copa América. Ahora la expectativa no pasa por saber cúal es el once para el debut, sino adivinar quiénes llegarán sanos al partido ante Uruguay.
Para terminar, una frase del 'Tata' Martino: 'A la Copa América no se va para probar, se va para ganar'.