El mundo deportivo habla de una sola cosa: la partida de Neymar del Fútbol Club Barcelona para anclar en el Paris St. Germain (PSG). Esta transacción, además de pulverizar las cifras del mercado pelotero (solo la cláusula de rescisión alcanza los 222 millones de euros), acaba también con esa fantástica trilogía goleadora conformada por Messi, Suárez y él. La famosa MSN.
Todo tiene su final, nada dura para siempre, cantaba el gran Héctor Lavoe. Lo real, en este caso, es que Neymar no quería habitar de por vida bajo la sombra de “La Pulga” y parte a forjar su propio liderazgo. Sabe que tiene las armas, además de engrosar su billetera.
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