¡Qué tal!

Una vez Hugo Chávez calificó de “caimanes del mimo pozo” a Toledo y Alan García. Y lo hizo en La Habana, delante de sus yuntas Evo Morales y Fidel Castro, en ese momento presidentes de Bolivia y Cuba, respectivamente.

Los tiempos han cambiado, Chávez y Castro están en el más allá, y Evo ha recobrado fuerza con su alfil del MAS, Luis Arce, al mando del país altiplánico. Y en esa búsqueda de un millón de amigos, , pues. Esto es lo que dice el expresidente boliviano sobre el candidato del lápiz amarillo en fondo rojo: “Saludamos y expresamos respeto y admiración a Pedro Castillo de Perú, que tiene un programa similar al nuestro: revolución democrática y cultural pacíficas, defendiendo recursos naturales e impulsando una Asamblea Constituyente, en beneficio del pueblo para que haya justicia social...”.

Y remata jactándose que: “Los movimientos sociales e indígenas de América Latina y Caribe nos caracterizamos no solo por luchar y movilizarnos por nuestras reivindicaciones sino también por implementar cambios estructurales. Éxitos a Pedro Castillo que propone un cambio en Perú”. En buena cuenta, Castillo por la boca de Evo Morales “muere” y, si quieren seguir el hilo comunista, son caimanes del mismo pozo.

✍👀 Con OJO crítico: Evo y Castillo, caimanes del mismo pozo " Morales ya metió su cuchara en la jornada electoral peruana. ¿A favor de quién? Del profesor de Chota, pues"

Publicado por Diario Ojo en Martes, 20 de abril de 2021

¿O no han escuchado a Castillo hablar de nacionalizar hasta el aire? O sea, el mismo discurso estatista que para un buen sector de compatriotas es una real amenaza contra las libertades generales e individuales. Los invito a que saquen ustedes sus propias conclusiones, pero no olviden que necesitamos un mandatario que no sea un caimán de ese pozo peligroso que aún se extiende hasta Venezuela, Bolivia y Cuba.

Precisamente, por votar por estos aventureros del poder, es que estamos fregados como sociedad y, encima, bajo la guadaña del coronavirus. ¿Y Keiko? Tampoco es santa de nuestra devoción, pero a todas luces es el “mal menor”, como acaba de escribir a todo diente el Nobel Mario Vargas Llosa. Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.

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