El sábado por la tarde muchos peruanos sintieron una punzada en el corazón y seguro no faltaron los que soltaron una lágrima. Y no por el pobre empate de la selección con Nueva Zelanda, sino por el matrimonio de Lucianita León.
La congresista aprista e hija de Rómulo León fue por varios años algo así como la novia del Perú, dadas su belleza y carisma, y su boda con el suertudo economista Augusto Narvarte sorprendió a propios y extraños porque se sabía poco de su vida sentimental.
Solo nos queda desearle que sea feliz y coma perdiz, sin descuidar su labor legislativa, que es el encargo que sus miles de electores le dieron.
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