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Las lluvias en el interior del país ya empezaron a causar estragos.
Las provincias de Huanta y La Mar, en Ayacucho, sufrieron la caída de un huaico y el desborde de un río que destrozó carreteras, arrasó con más de 20 viviendas y dejó dos personas desaparecidas.
La fuerza de la naturaleza es impredecible, pero no es novedad que en esta época del año se activen las quebradas y haya deslizamientos. Ya lo dice el dicho “Prevenir es mejor que lamentar”.
Aplausos para las autoridades, como las de Chosica y Chaclacayo, zonas golpeadas anteriormente por los huaicos, que vienen trabajando en prevención. Aprendamos las lecciones y evitemos desgracias.
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