El Mensaje Presidencial de 28 de julio conlleva una vital importancia porque permitirá saber cuál es la hoja de ruta que tendrá el Perú en lo que resta del mandato de Martín Vizcarra.
Siendo pragmáticos, la población demanda que el Presidente hable del peligro que ronda en las calles, de los asaltos a viviendas y robo de vehículos, del sicariato y las matanzas que vemos a diario.
El pueblo también exige una mejor calidad de vida, solución a los conflictos sociales, reforzamiento de la lucha contra la corrupción y, en general, un Perú con seguridad jurídica, que respete la institucionalidad y la independencia de Poderes.
Hay gente que, literalmente, le clava el cuchillo por la espalda a nuestra Patria, entre ellos algunos congresistas que se refugian en la inmunidad.
El Bicentenario debe encontrarnos como una sociedad menos neandertalista, con una clase política renovada, presta a servir al país y no servirse de él, aunque esto último suena como pedirle peras al almo.
Martín Vizcarra tiene la palabra, con o sin las reformas planteadas al Congreso.
Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.
Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.