Si se percatan, en mis columnas de esta semana me he centrado en la composición del cuerpo humano, y nutrientes como los minerales son parte de estos.
Nuestro organismo puede mantener reservas de la mayoría de nutrientes, pero un exceso de estos puede causar toxicidad. Es como cuando preparas una torta, necesitas las cantidades exactas de ingredientes para que quede bien, tal vez puedas pasarte un poquito en algunas cosas y quedará menos rica, pero si te excedes en otros ingredientes esa torta quedará mal.
En nuestro cuerpo un exceso, por ejemplo, de magnesio (que puede ocurrir por suplementación) puede ocasionar diarrea, debilidad, náuseas y malestar en personas con insuficiencia renal. Un exceso de exposición al selenio, que puede alcanzarse por contaminación de la minería, produce vómitos, caída de cabello, diarrea, cambios en las uñas. El cuerpo necesita lo justo porque los excesos y las deficiencias hacen daño.
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