Lo primero que quiero decirles es que, indistintamente de la especie, todos los pescados son nutritivos, pero, a diferencia del pescado magro o de carne blanca, los peces azules o grasos son especies propias de agua de mar y la parte oscura -donde se ubica la grasa- tienen una ventaja especial: concentra el omega-3.

Esta es una grasa muy importante para la buena salud y el desarrollo del cerebro, así como para la memoria. El omega 3 es un nutriente que obtenemos del alimento y para poder cubrir las necesidades de esta grasa debemos consumir pescado azul 2 a 3 veces por semana (evitando su ingesta en frituras porque el omega 3 puede perderse).

Los pescados grasos que concentran omega 3 son de agua salada, pueden ser de tamaño pequeño como la anchoveta, sardina o pejerrey o más grandes como el jurel, bonito, pez espada, caballa, atún o salmón. Se caracterizan porque el color de su carne suele ser oscura. El omega 3 puede estar distribuido en toda la carne o concentrado en un área más oscura de la pulpa.

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