La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por generar dolor crónico intenso en más de 11 puntos del cuerpo y, por lo general, está acompañada de sensación de fatiga donde coexiste un proceso oxidativo e inflamatorio que activa el dolor aunque no haya evidencia física de ello. Se cree que quienes padecen esta condición no manejan un buen procesamiento del dolor a nivel cerebral, de manera que la percepción del dolor es muy alto y puede ser limitante.

Aún cuando la dieta en fibromialgia no es parte del protocolo de tratamiento, sabemos que la alimentación puede influir de manera importante. En ese sentido, quiero dar 3 recomendaciones.

Mantén un peso saludable comiendo solo en horario y la cantidad necesaria, minimiza la oxidación del cuerpo consumiendo a diario poderosos antioxidantes de frutas y verduras de color intenso (morados, rojos, azules, verdes, etc.) y, por último, fortalece la microbiota con alimentos probióticos (yogurt natural y fermentados) y prebióticos (alcachofa, yacón, entre otros).

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